SALUD.INFO

Estudios científicos sobre el aceite de coco

El aceite de coco tiene, desde hace cierto tiempo, gran fama por sus propiedades. Algunas de ellas tienen más base científica que otras, por haber sido objeto de estudios científicos. Aquí conoceremos algunos de los más importantes.

Influencia en el riesgo cardiovascular

El estudio A randomized study of coconut oil versus sunflower oil on cardiovascular risk factors in patients with stable coronary heart disease fue llevado a cabo por varios profesores del Instituto de ciencias médicas y centro de investigación Amrita en Kochi (Kerala, India), en el año 2016.

En él se establece que la enfermedad de las arterias coronarias es un proceso patológico arteriosclerótico íntimamente relacionado con los lípidos. Los niveles de lípidos se ven influenciados por los aceites y grasas de la dieta. El estudio trata de averiguar si el aceite de coco y el de girasol usados en la dieta tienen impacto en el perfil lipídico, en el mecanismo antioxidante y en la función endotelial de pacientes con una enfermedad coronaria estable.

Se estudiaron dos grupos durante dos años, uno cocinando con aceite de coco y otro con aceite de girasol. Se hicieron analíticas y registraron los eventos cardiovasculares a los 3 meses, a los 6 meses, al año y a los dos años.

La conclusión fue que, pese a que el aceite de coco es alto en grasas saturadas, por las características de estas, distintas de las de procedencia animal, tras los dos años de estudio no hubo diferencias entre los dos grupos en cuanto a los factores de riesgo relativos al perfil lipídico y eventos cardiovasculares. Por tanto, las grasas saturadas del coco no deben preocupar a quienes sufren cardiopatías, como sí lo deben hacer las grasas saturadas animales, por ejemplo.

Influencia en parámetros antropométricos y bioquímicos en mujeres con obesidad

El estudio Supplementation-Dependent Effects of Vegetable Oils with Varying Fatty Acid Compositions on Anthropometric and Biochemical Parameters in Obese Women fue llevado a cabo por varios autores de la Universidad Federal de Pernambuco en Pernambuco (Brasil) en 2018.

En él se estudió la influencia de la suplementación con aceites vegetales con distinta composición de ácidos grasos en los parámetros antropométricos y bioquímicos en mujeres con obesidad.

Se evaluaron el índice de masa corporal (IMC), la pérdida de peso, la circunferencia de la cintura, la ratio de la circunferencia de la cintura y el peso, masa magra y masa grasa. En el estudio se diferenciaban cuatro grupos: el que tomaba aceite de coco, el que tomaba aceite de chía, el que tomaba aceite de cártamo y el grupo placebo, que tomaba aceite de soja.

Los resultados fueron que el grupo que tomaba aceite de coco experimentó mayor pérdida de peso y redujo su índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, la ratio de cintura/peso y la masa grasa. Además, se incrementó la masa magra, se redujeron los parámetros de glicemia y hemoglobina glicosilada (de importancia en la diabetes).

Influencia en factores de riesgo cardiovascular en hombres y mujeres sanos

Citaremos el estudio Randomised trial of coconut oil, olive oil or butter on blood lipids and other cardiovascular risk factors in healthy men and women, realizado en 2017 por el Departamento de salud pública y atención primaria y la Unidad de investigación médica del Consejo de epidemiología, ambos de la Escuela de Medicina Clínica de la Universidad de Cambridge (Cambridge, Reino Unido) y el Instituto de Investigación Médica Aston, de la Universidad Aston (Birmingham, Reino Unido).

Generalmente, el consumo de grasas saturadas se asocia con un aumento del colesterol “malo” (colesterol LDL), lo que es un factor de riesgo para las enfermedades coronarias. No obstante, hay algunos aceites o grasas ingeridos con la dieta que tienen distintos perfiles lipídicos con diferentes efectos metabólicos, que sugerirían resultados diferentes tras su consumo.

En el estudio se administraron 50 gramos diariamente de tres tipos de grasas (mantequilla, coco y oliva) en hombres y mujeres sanos entre 50 y 75 años de los que se desconocía el historial de enfermedades de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Se les suministró una de estas grasas, de modo aleatorio, para tomar en la comida o en modo de suplemento.

Como conclusión, se obtuvo que dos grasas alimentarias con grasas saturadas (mantequilla y aceite de coco) tuvieron resultados muy diferentes. El aceite de coco demostró comportarse de manera más similar al aceite de oliva en cuanto al colesterol “malo” (LDL), independientemente de sus grasas saturadas.

No obstante, la conclusión final es que los efectos de las diferentes grasas en los perfiles lipídicos, marcadores metabólicos y salud en general se debieron, sobre todo, a los diferentes perfiles en los ácidos grasos individuales, métodos de procesamiento y las comidas con las que fueron consumidos dichas grasas.

Aumento de la reversión de la esteatosis hepática

En relación con la esteatosis hepática, un tipo de hígado graso no alcohólico, encontramos el siguiente estudio: Virgin coconut oil reverses hepatic steatosis by restoring redox homeostasis and lipid metabolism in male Wistar rats. Este fue llevado a cabo por distintos autores del Centro Amala de investigación del cáncer y el Departamento de zoología, ambos de Thrissur (Kerala, India) en 2017.

Se alimentó durante 4 semanas con una dieta alta en fructosa, dando lugar a hiperglicemia, tolerancia reducida a la glucosa, dislipidemia y macrovesículas hepáticas, lo que confirmó el desarrollo de la esteatosis hepática. Tras cambiar a una alimentación normal, se produjo una reversión en los citados parámetros en un grupo de animales de control. En también animales también con vuelta a la alimentación normal a los que se administró aceite de coco virgen, su reversión natural se aumentó, mejorando el nivel de colesterol “bueno” (HDL) y reduciendo triacilgliceroles hepáticos. Además, se incrementaron el nivel hepático de glutatión, las actividades de enzimas antioxidantes y la peroxidación lipídica.

Como conclusión, el estudio establece que puede usarse el aceite de coco virgen como un nutracéutico contra la esteatosis hepática.

Efectos de la aplicación tópica del aceite de coco virgen en la piel

El estudio Effect of topical application of virgin coconut oil on skin components and antioxidant status during dermal wound healing in young rats, fue desarrollado por Nevin, K. G. y Rajamohan, T., del Departamento de Bioquímica de Kerala, India, en 2010.

En él, se estudiaron tres grupos de ratones, de los cuales el primero era de control, el segundo fue tratado con 0.5 ml de aceite de coco virgen y el tercero con 1 ml. En todos se estudió el tiempo de cierre de heridas, el estado de antioxidantes y parámetros bioquímicos.

El resultado fue que los grupos tratados con aceite de coco virgen curó sus heridas mucho más rápido. Se apreció un aumento de colágeno soluble en pepsina, lo que indica mayor colágeno entrecruzado. El décimo día tras la curación, se apreciaron incrementos de actividades de enzimas antioxidantes y reducciones de los niveles de glutatión y malondialdehído. Además, los niveles de peroxidación lipídica fueron inferiores también en los grupos tratados. En un estudio histopatológico se apreció la proliferación de fibroblastos y neovascularización en las heridas tratadas en relación con las de control.


También interesante